La Tarasca luce un vestido de seda estampado con fondo verde agua y dibujos en escarlata, que marcará la tendencia de la moda de este verano
El cortejo de la Píºblica ha vuelto un año más a las calles de Granada con lo que la ciudad encara los días grandes de las fiestas del Corpus Christi. Y lo ha hecho como manda la tradición con la Tarasca ataviada con un vestido que marca la tendencia de la moda de la temporada veraniega, diseño, en esta ocasión, de la granadina María Isabel Penela.
Este año la Tarasca ha reaparecido con un vestido de falda «midi», muy predominante en las grandes pasarelas de la moda mundial, con lo que rompe la tendencia de los íºltimos años en el que se optó por el largo. Penela ha resaltado el carácter festivo y andaluz del diseño, compuesto por un vestido de seda bordada con un estampado con fondo de verde agua sobre el que predominan dibujos de flores y abanicos en color coral.
La falda en una clara apuesta por el carácter andaluz lleva sobre expuesta una capa de «evaré» que imita el capote de un torero, elemento que se conjuga perfectamente con un escote con forma de abanico, conseguido gracias a la superposición de la tela.
La Tarasca lleva también un peinado, obra del estilista Francisco Montesinos, muy de la tierra al llevar el pelo recogido con ondas.
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